20/12/10

Jesús Mari Lazkano_arqueología industrial

Lo que pinta Jesus Mari Lazkano, siempre resulta actual, porque aunque, como en este caso, nos represente la "arqueología industrial", al final su obra trata de representar los sentimientos del individuo que vive en nuestros días, y que descubre unas imágenes que significan más de lo que cuentan y que retan a la interpretación.

Esta obra dedicada a las ruinas industriales en el País Vasco, más en concreto, de Bizkaia, es la obra pictórica de Lazkano entre 1985 y 1990. Si tuviésemos que resumir, diríamos que es la historia de la industrialización recién pasada y desvanecida. La nostalgia que alientan sus pinturas procede de las promesas que la modernización puso al alcance de la mano, y el modernismo incumplió.

En resumidas cuentas, esta obra menos conocida de Lazkano, hace una reflexión sobre el tiempo, sobre la ruina (en este caso industrial), coloca al individuo entre los dos puntos extremos de un período de tiempo, de un lado, "los orígenes" perdidos y de otro, el momento presente.
"La ruina produce desasosiego a causa de una pretendida perfeccion extraviada o atropellada y porque en nuestro fuero interno sabemos que el pasado corroe continuamente el futuro con lo que nosotros mismos, como seres humanos, tambien seremos unas ruinas."
Extracciones, y reflexiones del libro: De lo Bello y lo Útil_Recorrido pictórico por algunas ruinas de la industria vizcaína.
LOS LÍMITES DE LO HORIZONTAL
Edificio de Martutene, San Sebastián, al fondo los montes de Mendaro y el paisaje kárstico de Itxina

ASCENSOR DE BEGOÑA, BILBAO
Surge como totem permanente desde la ventana de la buhardilla donde vivía y trabajaba. Su capacidad para actuar como espejo y soporte donde se verifican los cambios. Nada es permanente, ni los hechos, ni nuestra visión de los hechos.

ASCENSOR DE SOLOKOETXE Sobre la infinitud de lo que nos rodea, como atalaya sobre la que sentir lo sublime de nuestra pequeñez. La zozobra de lo que desconocemos.

LOS MOVIMIENTOS LATERALES
De la serie con la escalera helicoidal, que surge en la irresistible ascension de lo fragmentario. Escalera para la salida de los trabajadores en la fábrica pintada para la serie La Catedral, con los montes nevados de Elgoibar y Bergara. Una Naturaleza fría, casi hostil, de la que podemos escapar, quizá por la escalera.
A PARTIR DEL ESPACIO
Frontón de Alonsotegi, cuando estaba sin cubrir, aproximación a lo que para Lazkano es el frontón ideal, que después encontró en Gorozika, ya construido.

LAS MURALLAS NATURALES O EL REPOSO DE LAS EMOCIONES
Lo permanente, el cementerio de Elgoibar, frente a lo contencioso, lo que se desmorona, el acantilado de La Galea. ¿Resistiremos la caída?

HOMENAJE A NEWTON O LA INVERSIÓN DE LOS ELEMENTOS
Una realidad física que no se ve. El módulo construido como espejo Arquitectura-Naturaleza, como historia de apropiación y analogías. Escalera al fondo de la cuestión.

MOLINOS VASCOS I Edificio situado en Zorroza. Impresionante en su porte y falso disfraz. Silos de grano rematados decorativamente con torreta estilísticamente neovasca. Todavía se mantiene en pie.

NACIMIENTO, CRECIMIENTO Y MUERTE DE LA ESTRUCTURA COMO SOLUCIÓN
De la noción de proceso. De lo cncreto e inválido de los métodos para sistematizar. Del fragmento como módulo a una secuencia permanente y el paisaje de fondo que acabará invadiéndolo todo.


A LA ESPERA DEL ÚLTIMO ACONTECIMIENTO
El descubrimiento de la zona de extración mineral entre San Francisco y San Adrián en Bilbao, supuso una mina de ideas. La potencia de su construcción como vestigios fosilizados de lo que un día fueron actividades calientes y ruidosas. Surgida del propio paisaje fegocitándose, comiéndose sus propios cimientos. Como proceso endogámico de autodestrucción, de anarquía, de gloria.

LAS MURALLAS NATURALES O EL GUSTO POR LOS LÍMITES
A partir de las escaleras del pueste de La Salve, en Bilbao, oteamos lo que llega y también, hasta donde podemos llegar. Nuevas ideas, nuevas visiones. El gusto por ir más allá del conocimiento.

LA COMPAÑÍA DE MADERAS
Es otro de los edificios que me viene acompañando desde hace mucho tiempo. Desde el descubrimiento de la polícroma chimenea, a 300 m de la plaza Elíptica, en el centro de Bilbao, apoyado en la barandilla del puente de La Salve, sin imaginar que aquello iba a desaparecer.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

afortunadamente, existen blogs piadosos como el tuyo, para golpear en mi deconocimiento e ignorancia, y saborear así el fino brote sangrante en la ceja , para aprender a mirar de nuevo.

sinceramente,gracias por este para mí, descubrimiento

hacedor de trampas dijo...

Gracias a ti, que tb nos descubres nuevas cosas cada día, eso es lo bueno, que nos sirva para aprender. Lazkano tiene unas obras muy buenas, no sé si no conocías esta en concreto o ninguna, de todas formas te animo a que si tienes un ratito, te pases por el bellas artes de Blbao, porque ahora expone allí hasta principios de enero y la verdad es que merece la pena. Un abrazo, seguiremos en contacto.

Josu Armaolea dijo...

Gracias por esta entrada tan interesante, desconocía esta etapa de Lazkano, en la que toca un tema que a mí personalmente me atrae mucho. Un saludo.

nocte_evalesco dijo...

Una obra sin duda muy interesante. Como malagueña y aficionada a la fotografía, me evoca a la antigua Central Térmica en la playa de la Malagueta, convertida ahora en espigón. Un paraje sin duda místico, escenario muy empleado en fotografía, sobre todo en la hora azul.

También existen grupos interesantes que recopilan "arquitecturas abandonadas" en España, edificios abandonados o en ruina que al perder la función como edificio, la adquiere como escenario integrado en el paisaje.